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Con los aumentos de los funcionarios electos, el salario mínimo sería de 13.000 pesos

Con los aumentos de los funcionarios electos, el salario mínimo sería de 13.000 pesos

 

El salario mínimo, vital y móvil sería superior a 13.000 pesos si se le aplicara el mismo incremento que a los funcionarios electos, como los legisladores nacionales. Así lo evidencia un seguimiento que se realiza desde 2007. Aunque hay proyectos legislativos en este sentido, la dirigencia política desdeña el asunto.

 

¿A cuánto ascendería el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) si se le aplicara el mismo incremento que han tenido las remuneraciones de funcionarios electos (RFE) como los legisladores nacionales y del Presidente?

Desde 2007 sigo la evolución de los aumentos salariales en base a esa sencilla pregunta. El resultado siempre sorprende, a algunas personas las indigna, pero (salvo excepciones) la dirigencia política no parece dispuesta a discutir el asunto.

Recordemos que en este momento el salario mínimo es de 7.560 pesos.

En el cuadro siguiente tomé como referencia el año 2009, con los datos oficiales (que pueden consultarse online). Opté por eliminar años anteriores e intermedios para saltar directamente a la actualidad, noviembre de 2016.

 

cuadrosalario

 

Como puede apreciarse, la brecha entre SMVM y RFE sigue aumentando: y en cada incremento se amplía más. Las cifras varían si se toma el monto «de bolsillo» de los legisladores (que ahora es de 85.000 aproximadamente) o el total que perciben (con gastos varios, pasajes que pueden canjearse, etc.) que lo lleva a unos 144.000, según se afirma. En mi comparación, preferí tomar solo la primera cifra. En ese caso, si se aplica la variación, el SMVM debería ser hoy de 13.181 pesos. Si se toma la remuneración del Presidente, ascendería a 10.283.

Es decir que para mantener la relación que existía en 2009 entre ambos términos (SMVM y RFE), hoy el Salario Mínimo debería ser de 13.000. Es probable que si uno se remonta más atrás, la brecha sea mayor.

La conclusión es transparente y desoladora: las dirigencias políticas cuidan muy bien su poder adquisitivo. Pero además, se desentienden del poder adquisitivo del resto de sus conciudadanos y conciudadanas que viven de ingresos fijos, y por si fuera poco, ensanchan la brecha. No deberían quejarse cuando la gente usa la palabra “político” como un insulto. Son ellos los que la han transformado en eso con estas conductas.

En este tema, como en otros, no hay diferencia entre «Cambiemos» o el FPV, entre macristas o kirchneristas, entre peronistas o radicales. A lo sumo algunos esbozan lamentables autodefensas cuando la difusión produce indignación social, del estilo: «Bueno, a los que les parezca excesivo, que lo donen» o falacias de ese tipo. No obstante, también hay que reconocer que a la mayor parte de la ciudadanía este tema no parece interesarle. (O en todo caso sólo interesa cuando hay crisis). Si no fuera así, votaría a los pocos partidos que proponen regular este tema. Y eso no sucede.

Entre las excepciones en las dirigencias políticas, se han presentado proyectos en el Congreso proponiendo regular esta cuestión (en general, sugieren atar las remuneraciones al SMVM). Los autores pertenecen a fuerzas como el Partido Socialista, el Frente Popular de Victor de Gennaro y el Partido Obrero. Por supuesto, sin éxito: el Congreso jamás aceptó debatir estas iniciativas. Hasta ahora.