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De Córdoba para Argentina

De Córdoba para Argentina

El Frente «Hacemos por el País» que encabeza el actual Gobernador de Córdoba Juan Schiaretti se presenta como la única opción fuera del eje Ciudad Autónoma  provincia de Buenos Aires, usinas excluyentes en la oferta electoral de cara a las Primarias del domingo 13 de agosto.

Durante su gobierno en Santa Fe, Miguel Lifschitz hizo posible que en 2019 se conformará en el Congreso de la Nación una articulación parlamentaria federal, alternativa a los espacios mayoritarios, conformado por los diputados socialistas, el Lavagnismo y el peronismo cordobés.

A través del Interbloque Federal, se articularon agendas comunes en pos de una Argentina que ponga en valor los intereses del interior Nacional.

EXPERIENCIA LOCAL

En la provincia de Córdoba el Partido Socialista conformó una alianza electoral bajo el sello Hacemos por Córdoba. Durante esos cuatro años se profundizó el vínculo hacia una alianza de gobierno y fue el puntapié inicial para la conformación de este espacio nacional alternativo a la grieta. 

Renovada esta alianza, el partido socialista avanzó en la conformación del frente Hacemos por nuestro País. Espacio que busca propiciar un armado alternativo Nacional, distante de la antipolítica libertaria, basado en acuerdos programáticos, en consonancia y articulación con centros de pensamientos de los espacios afines.

Es meta común del espacio la defensa de las instituciones de la democracia y la implementación de políticas públicas que hagan posible avanzar hacia un nuevo horizonte para la Argentina, basado en el progreso, trabajo y desarrollo humano sostenible.

JÓVENES REFERENTES

Los socialistas cordobeses son jóvenes dirigentes capaces de demostrar gestión, en la búsqueda de consensos que tengan como resultado un programa con eje en la dignidad del trabajo, la salida del endeudamiento e inflación. Mantienen un fuerte comrpomiso con la salud y educación pública de calidad,  la defensa activa de los derechos de las minorías y la implementación de políticas públicas participativas en todos los ámbitos del Estado. 

Marilina Gadpen y Martín Rodríguez.

Las listas a diputados nacionales de Córdoba estarán conformadas por dos jóvenes referentes del socialismo Marilina Gadpen y Martín Rodriguez.

“Mi meta es trabajar para que lleguen los recursos nacionales a cada destino donde sea necesario. Es inconcebible que de diez niños, seis sean pobres y que hayan cada vez más niños vulnerados en todos sus derechos”.

Marilina comenzó su actividad política en las filas del Movimiento Nacional Reformista, en la Universidad Nacional de Río Cuarto, ocupó diversos cargos en la gestión pública, entre los que se destacan haber sido concejal en la ciudad de Río Cuarto y actualmente se desempeña como subsecretaria de niñez, adolescencia y familia en el mismo municipio.

Consultada por la vanguardia, acerca de sus prioridades en la agenda legislativa, Marilina expresó: “Nuestro compromiso es seguir promocionando los espacios del sistema de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. Mi meta es trabajar para que lleguen los recursos nacionales a cada destino donde sea necesario. Es inconcebible que de diez niños, seis sean pobres y que hayan cada vez más niños vulnerados en todos sus derechos.”

Martín Rodríguez es abogado, es papá de Amalia, está a la espera de su segunda hija, es un activo militante con múltiples intervenciones en el ámbito público.

“Me desvela pensar cuáles son los puentes que tenemos que construir para articular esfuerzo, luchas y saberes de las organizaciones sociales, vecinos y vecinas que prestan su tiempo para hacer una sociedad más justa, democrática y solidaria”.

De muy joven tuvo inquietudes políticas que quedaron plasmadas en su paso por la Universidad y en la educación a personas privadas de la libertad. En su rol como abogado se ha desempeñado en diversas áreas tales como la defensa de organizaciones sociales, la participación de equipos interdisciplinarios de seguridad ciudadana, en contra de la violencia institucional así como asesor legislativo entre otras funciones. 

Actualmente se desempeña como subdirector de centros vecinales en la Ciudad de Córdoba con resultados destacados en el área de participación ciudadana.

“Trabajo por un estado presente y una comunidad organizada. Me desvela pensar cuáles son los puentes que tenemos que construir para articular esfuerzo, luchas y saberes de las organizaciones sociales, vecinos y vecinas que prestan su tiempo para hacer una sociedad más justa, democrática y solidaria.”  Expresó Martín.

PARLASUR

Desde el socialismo argentino se pondera la visibilidad de referentes en distintas federaciones. Ejemplo destacado es la candidatura al Parlasur de Mariana López, Licenciada en trabajo Social de la Universidad Nacional de Lujàn y actualmente estudiente de derecho en la Universidad Nacional de José C. Paz. 

“Parlasur podría cumplir una labor verdaderamente central y estratégica la región. Debe tener la capacidad de identificar, definir y consolidar un verdadero proceso de integración”.

La experimentada militante se mostró crítica del rol que ha venido desempeñando el órgano supranacional: “Parlasur se ha visto rápidamente desvirtuado y como un ámbito carente de sentido a partir de los limitados alcances de sus competencias. De una cierta opacidad en su funcionamiento. Poco se sabe en nuestro país de este organismo y se tiñe de descrédito ante las acciones de representantes yendo a la justicia en busca de dietas y fueros, más que de desarrollar informes y recomendaciones.”

“Parlasur podría cumplir una labor verdaderamente central y estratégica la región. Debe tener la capacidad de identificar, definir y consolidar un verdadero proceso de integración” y agregó que su compromiso es “resignificar sus responsabilidades y dotar a sus definiciones del mayor carácter vinculante posible”

Haciendo hincapié en la necesidad de avanzar en los objetivos que Parlasur persigue y en los desafíos que urgen a los países miembros, como más desarrollo con inclusión, fortaleciendo las soberanías nacionales y la búsqueda de una transición más equitativa en nuestras economías es que Mariana asume el desafìo de postularse como candidata al organismo parlamentario del Mercosur.

DESARROLLO FEDERAL

En tanto en la provincia de San Juan encabeza la listas a Senadores Nacionales Lisandro Nahuel Cárdenas, de 34 años, operador socioterapéutico y estudiante de sociología.

La categoría a diputados nacionales de la provincia andina, es encabezada por Sebastián Pelayes de 37 años, profesor de Economía y Ciencias de la Educación.

En la provincia de Corrientes la lista a diputados nacionales es protagonizada por la titular del Partido Socialista local, María Almada quien junto a las candidaturas de Esteban Paulón, en Santa Fe y de Mónica Biasone, en Provincia de Buenos Aires, completan un escenario representativo y el espíritu federal del partido socialista.

El socialismo ratifica de este modo la búsqueda de instancias superadoras de la grieta, creada por el kirchnerismo y el Macrismo. Demuestra capacidad de diálogo y consenso con diferentes sectores de la política, afianzado en modelos de gestión amplios y coincidentes en una agenda común donde se pondere la salud, educación, empleo y desarrollo social de toda la Argentina.

Argentina no está maldita: entrevista con Mónica Biasone

Argentina no está maldita: entrevista con Mónica Biasone

Mónica Biasone, precandidata a legisladora Nacional es Contadora Pública, docente y fue decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata. 

Ha ocupado diversos puestos en la administración pública y aspira a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación por la provincia de Buenos Aires. 

Inició la actividad política siendo estudiante en los años ochenta, casada y madre de dos hijos, reparte su vida entre la educación, la familia, su constante formación y compromiso con la comunidad.

En esta entrevista la ciudadana marplatense reafirma su compromiso con la provincia de Buenos Aires en su búsqueda por recuperar la dignidad para las personas, apostando a la educación y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas como ejes.

LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Te postulás por el distrito más grande del país, por ello, probablemente el más complejo ¿Cómo has visto la provincia en tu recorrido?

La provincia de Buenos Aires es particular en el país, sólo la ciudad de Mar del Plata tiene más votantes que toda la provincia de Chubut. En la provincia hay muchas universidades, sin embargo existen niveles de marginación, pobreza e indigencia que no tienen comparación con el resto del país. 

Tenemos que generar empleo, tenemos que apoyar a las pymes y a pesar de que todos lo digan en Argentina es bajísima tasa de natalidad de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas se concentran o se congregan en aquellos lugares donde hay más posibilidad de consumo, donde tenés acceso a todos los servicios, acceso al financiamiento, con planificación y orden podemos redefinirlo y generar las condiciones para una mejor distribución de la población. 

En Buenos Aires vemos varias provincias. Una a la vanguardia, en lo tecnológico en el sector de los servicios financieros, en el agro, en la industria. Empresas que desarrollan modelos de negocios, grandes empresas. Después tenemos otras dos Buenos Aires, la compuesta por las pymes, que les cuesta mucho llegar a fin de mes, pagar sueldos, cargas sociales e incorporar personal, subsisten sumidas en la incertidumbre. La tercera provincia, la más angustiante, la marginal, que no tiene acceso a bienes culturales y económicos, convencida de que nunca va a tener acceso a ello. 

«No cayó en Argentina una maldición. La gente siente que está peor que en periodos anteriores. Se siente cada vez peor. Esto es producto de decisiones de hombres y mujeres de la política».

¿Qué sensación has recibido de la gente?

No cayó en Argentina una maldición. La gente siente que está peor que en periodos anteriores. Se siente cada vez peor. Esto es producto de decisiones de hombres y mujeres de la política. 

La población está descreída y ello se manifiesta, entre otras cuestiones, en la baja participación ciudadana en los comicios. Los gobiernos, el estado y la participación en general pierden la legitimidad como canales de resolución de conflictos.

Es necesario cerrar la brecha que existe entre quienes hacemos política y el resto de la ciudadanía, sostener una construcción política más allá de las coyunturas es parte de esa coherencia que la sociedad demanda y lo sostendremos en el Congreso de la Nación.

Cada gobierno que entra culpa al anterior y después a factores externos que no puede manejar. La única certeza es que llegan sin plan para mejorar las cosas, es necesario partir cuando se asume un gobierno sabiendo o tomando conocimiento de lo que te están dejando. 

CONSENSOS

¿Qué podés aportar desde tu experiencia para revertir esa mirada?

La gente está cansada de las excusas, de escuchar gritos, peleas y discusiones. En mi práctica política, como decana, logramos gestiones ordenadas, porque a pesar de las relaciones de poder siempre consensuamos, esa es nuestra práctica, con gente que no piensa como uno, no pensamos todos igual, sino que con los diferentes actores: estudiantes, docentes,trabajadores universitarios y profesionales, cada uno con su experiencia y con sus reclamos supimos dialogar. 

«La democracia es el encuentro de los distintos y es lo que vamos a poder tejer en conjunto, ese es el camino».

Recibimos una facultad con 4 carreras y dejamos una facultad con 10 carreras a lo largo de esos años A una facultad con ingreso a través de examen de admisión, la convertimos una facultad con ingreso irrestricto. 

Siempre hay cosas para mejorar, pero tomando las diferentes experiencias, respetando la diversidad, al otro. La democracia es el encuentro de los distintos y es lo que vamos a poder tejer en conjunto, ese es el camino.

¿Eso se expresa en este frente?

El Partido Socialista siempre abonó a una política de frentes, cuando fue gobierno tanto en la ciudad de Rosario como en la provincia de Santa Fe, se hizo a través de frentes con otras expresiones políticas. 

Estamos muy acostumbrados en este país al blanco-negro, al bueno-malo. Y con los niveles de pobreza, de indigencia y con la incertidumbre y altos niveles de inflación que hemos conseguido, evidentemente esa no es la forma. 

Sé que la tarea de conformar un frente que no sea ni de un lado ni del otro de la grieta es difícil, pero estamos convencidos que es la única forma. La realidad nos demuestra que hasta ahora no han resuelto los problemas, sino que los han profundizado. 

En 40 años de democracia, Argentina tiene muchas cosas de las que enorgullecerse, hemos ganado en derechos civiles, erradicado la violencia política como forma de resolución de conflictos, pero hay situaciones que nos están llevando a un abismo, uno de cada cuatro argentinos vive en la marginalidad, seis de cada diez niñas, niños y adolescentes son pobres. Entonces, no nos sorprende la disconformidad de la población en general con el funcionamiento del sistema político, porque obviamente la población le echa la culpa a la política. 

La incertidumbre se trasunta cuando ante cada medida de política económica que se toma, las respuestas de los mercados son aumento del dólar y la desinversión, es una espiral donde la gente siempre pierde.

LA EDUCACIÓN COMO IGUALADOR SOCIAL

¿Qué tema crees clave para revertir la situación del país?

La educación guarda estrecha relación con la posibilidad de salir del espiral de pobreza que parece tener nuestro país en su eterno estancamiento. En la era del conocimiento, la educación es el nuevo nombre de la justicia social. Con educación la gente mejora su calidad de vida, puede acceder a mejores empleos, a mejores remuneraciones y a su vez la educación te libera, te hace ver el mundo de una manera distinta. 

«Las tecnologías deben servirnos para acercarnos y no para profundizar la desigualdad».

La pandemia nos dejó como consecuencia la cara más cruda de la falta de educación, porque allí la brecha se profundizó entre los que tenían acceso a las nuevas tecnologías y enseguida pudieron retomar sus estudios y aquellos que no. Según UNICEF el 66% de los jóvenes son pobres o pasan privaciones, esos jóvenes no tuvieron acceso a la educación durante ese duro periodo. 

En el primer año en la universidad, los estudiantes no tienen las herramientas, no tienen el capital cultural para poder avanzar en la carrera universitaria. Esto viene de antes, de una educación media bastante vapuleada y con la pandemia terminó de caer y sólo pueden avanzar quienes tienen los medios económicos y culturales para hacerlo. 

Perdieron los que se tuvieron que quedar en la casa cuidando a los hermanitos y que la mamá con un celular tenía que bajar la tarea para tres, cuatro chicos, en el mejor de los casos que tuvieran un celular. Hay chicos que tuvieron dos años prácticamente sin educación. 

Es prioritario garantizar la educación primaria y secundaria, porque existe una ley que obliga al Estado a hacerlo y tener en cuenta que para muchos el Estado es lo único. Es imprescindible cerrar esa brecha entre los que tienen recursos como para acceder a diferentes herramientas y poder estudiar y los que no. Las tecnologías deben servirnos para acercarnos y no para profundizar la desigualdad. 

En la Universidad de Mar del Plata este año tuvimos un récord de inscripciones, 25.000 estudiantes se inscribieron a las diferentes carreras que se dictan en nuestra Casa de Altos Estudios. Ahora hay que apuntalar a los estudiantes, tenemos que discutir el tema de la permanencia en las universidades para aumentar la tasa de graduación. Esa es una realidad y también es un tema en el que tenemos que trabajar. Es necesario un profundo debate en defensa de los presupuestos que tocan a las universidades en la Provincia de Buenos Aires.

También debemos apostar a la capacitación en oficios. Las empresas buscan empleados capacitados en oficios que se necesitan para la industria básica y de la alimentación, mas no los consiguen. Es imprescindible crear escuelas de capacitación en oficios para la población económicamente activa.

Hablabas de una Buenos Aires marginal convencida de que nunca podrá acceder a mejores condiciones ¿Es posible cambiar esa situación?

Es muy difícil romper esa inercia. Allí crecen los planes sociales. Nosotros no estamos de acuerdo con la intermediación en la entrega de planes sociales, sino que el Estado tiene que entregarlos de forma directa a quienes lo necesiten. 

«Venimos de tres generaciones de familias subsidiadas enteramente por planes sociales, es necesario darles la oportunidad a esas familias de tener una opción de empleo digno, en blanco, que les permita recuperar las aspiraciones y oportunidades para una mejor calidad de vida».

Tenemos que ir hacia una política de cambio de planes sociales por trabajo. Se puede incorporar el plan social como parte del sueldo durante un periodo, capacitar a la gente, cambiar el seguro de desempleo por un seguro de empleo, donde la gente se capacite, otorgar a las pequeñas y medianas empresas beneficios desde el punto de vista laboral como para que incorporen gente a su modelo productivo. 

Es importante porque van a obtener un mayor salario, va a contribuir en recomponer la tradición del trabajo en nuestro país. Venimos de tres generaciones de familias subsidiadas enteramente por planes sociales, es necesario darles la oportunidad a esas familias de tener una opción de empleo digno, en blanco, que les permita recuperar las aspiraciones y oportunidades para una mejor calidad de vida.

En la actualidad estamos en niveles de crecimiento de empleo dónde su principal fuente es el empleo informal. Es insostenible. Necesitamos tratar con urgencia el sistema laboral para revertir esta tendencia. 

UN PLAN ECONÓMICO

¿Puede Argentina cambiar este estancamiento económico?

Lo vamos a lograr si apoyamos a las pymes, son las que dan trabajo en el país, no se van a ir porque son empresas creadas por familias quienes ponen la vida en trabajarlas y hacerlas crecer generación tras generación. 

No es lo mismo una pyme que una gran empresa que cerró la sede en Córdoba y se va a trabajar a Brasil porque las condiciones laborales son más beneficiosas, tenemos que poder discutir diferentes modelos para diferentes tipos de empresas.

En nuestro país hoy existen aproximadamente 1.200.000 personas que acceden a planes sociales. Tenemos la obligación moral de generar trabajo genuino y de transformar esos planes en trabajo.

La política tiene que ponerse de acuerdo para poder sortear la inflación, acuerdo que dé la certeza a la economía, que recupere la confianza y expectativas de estabilidad. Esa es mi principal meta a trabajar en el Congreso de la Nación.

Como profesional de las ciencias económicas ¿qué otras propuestas querés llevar al congreso?

Necesitamos un sistema tributario simplificado, es una locura el sistema tributario de la Argentina. Hay impuestos que implican una doble imposición sobre la misma base imponible, uno te lo cobra la provincia, otro el municipio y otro la nación, necesitamos sincerarlo. Es imprescindible crear un plan integral de reforma fiscal en nuestro país y terminar con los parches del sistema tributario.

Las retenciones que gravan a la exportación representan una verdadera reducción del valor de venta. Se liquidan a un valor inferior al del dólar con que se opera en la economía. Se castiga doblemente al exportador. 

Aunque la vocera del gobierno diga que el blue es un dólar marginal, la verdad es que todos miran ese dólar para establecer sus precios, el importador recarga a ese valor y al exportador le pagan un dólar inferior, pero además le retienen una parte, entonces a pesar de la retórica no están priorizando la exportación, que es lo que el país necesita para recomponer sus reservas.

«Existen muchos jóvenes emprendedores que tienen ideas maravillosas, pero no tienen capital de trabajo como para comenzar».

Dicen que van a hacer una cosa, pero toman medidas que van en sentido contrario, el tema tributario es nodal, debe alentar la inversión productiva, la creación de empleo y a su vez el Estado debe tener una política que sirva como herramienta para redistribuir los ingresos y para asignar los recursos a sectores más desfavorecidos que lo están necesitando.

Un sistema simple y accesible de créditos a la producción, fundamentalmente a las pymes más jóvenes que se están creando, las incubadoras de empresas, para darle el apoyo y seguimiento con herramientas de gestión. Existen muchos jóvenes emprendedores que tienen ideas maravillosas, pero no tienen capital de trabajo como para comenzar.

Tener una política que impulse la creación de nuevas empresas capaces de satisfacer el mercado interno pero también con capacidad de exportación, simplificar el recorrido facilitando la exportación y permitir acceder a la importación de tecnologías.

Fortalecer la asistencia técnica, el acceso al financiamiento, el fortalecimiento del gerenciamiento en su etapa inicial es muy importante para que la gente tenga confianza y no tenga miedo de generar un nuevo emprendimiento debidamente inscrito con el cumplimiento de todas las normas tributarias va a dar nuevos aires al país.

Queremos una política ordenada, prudente con la emisión monetaria, alcanzar equilibrio fiscal sin fundamentalismos, en algún momento podés romperlo, pero no en los porcentajes presentes. En situaciones excepcionales, como fue el caso de la pandemia, por citar un ejemplo, el equilibrio fiscal se relega a un segundo plano, es atendible, pero no podemos vivir siempre con desequilibrio fiscal. 

¿Qué le dirías a los y las votantes de cara al domingo 13 de agosto?

Que trabajaré para que la provincia de Buenos Aires deje de ser una gran generadora de pobreza, lamento decirlo porque amo a mi provincia, soy consciente de que una changa no es un empleo, es muy frustrante para la gente volver a su casa sin haber conseguido el mango a lo largo del día. 

Por ello me comprometo desde la política por igualar condiciones, como decía Alejandro Katz “uno tiene que igualar en dignidad” eso significa oportunidades, iguales ingresos por igual trabajo que hoy tampoco se cumple, poder estudiar, crecer, ver cómo tus hijos crecen con mejores oportunidades, proveerles de alimento, vivienda, educación y momentos de disfrute.

Orgulloso de Santa Fe

Orgulloso de Santa Fe

Esteban Paulón encabezará la lista a diputados nacionales por Santa Fe en el Frente que integra el Partido Socialista a nivel nacional, llevando como candidato a presidente al Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.
 
El militante, referente de las diversidades y de larga trayectoria política busca recuperar, para la provincia de Santa Fe, el protagonismo y la atención negada por los sucesivos gobiernos a tan importante distrito. 

Esteban se involucró desde muy joven en las filas del socialismo, con una intachable trayectoria de militancia social y política, ocupó diversos cargos tanto en el Municipio de Rosario como en la Provincia de Santa Fe.

En esta entrevista, Paulón analiza los principales temas que preocupan a la comunidad santafecina y las prioridades de la agenda Socialista en la legislatura nacional con un claro perfil integrador, que busque salir de la grieta y fortaleciendo el interbloque federal.

UN VECINO MÁS.

Sos ante todo un ciudadano, te criaste en Santa Fé,  trabajás, estudiaste y vivís en Rosario ¿Qué preocupaciones tiene Esteban Paulon en su vida cotidiana?

Me preocupa la inestabilidad que vive nuestro país. Esa inestabilidad se transmite a un montón de ámbitos y se expresa la inflación que hace que uno no pueda planificar a mediano o largo plazo prácticamente nada, la incertidumbre de los precios de los productos básicos que compramos cada día y cuáles van a ser los ingresos que uno va a tener. Dentro de la ciudad en la que vivo, Rosario, el impacto de la inseguridad y la violencia urbana, que nos hace dudar antes de hacer, o no, una salida, ver el horario de regreso y temer cuando uno guarda el auto o sale de casa. 

Concibo el futuro como algo incierto, sobre lo cual podemos operar y por eso milito en política y me comprometo, pero que hoy se nos presenta como algo sin demasiadas certezas, sobre todo de qué pasará finalizadas las elecciones y creo que esas son las principales preocupaciones. 

Después algunas más personales o más cercanas, por supuesto la salud de la familia, el bienestar de las personas que uno quiere, el estado en que van atravesando estas situaciones complejas los amigos, las amigas y en ese sentido o también nos suma una preocupación adicional.

¿Cuándo votaste por primera vez?

Voté por primera vez el 14 de mayo del 95, cuando fue reelegido Carlos Menem. Desde el Partido Socialista apoyamos a Chacho Álvarez. La primera elección en que fiscalicé fue en febrero de ese año, en la interna abierta entre Chacho y Bordón. Era enorme entusiasmo por la fórmula  Bordón-Álvarez, creíamos que era posible lograr frenar al menemismo. 

Lamentablemente no pudimos y vimos las consecuencias que trajo para el país la reelección tan contundente que tuvo Menem y el impacto para la economía, el empleo, la exclusión y para la trama social en nuestro país.

«La política me cambió la vida en todo sentido porque fue la oportunidad de relacionarme con quienes hoy son mis amigos, amigas y familia elegida. Me formé y conocí la política capaz de transformar y tener un rol activo»

¿Qué te motivó a participar en política?

Llegué a la política como tanta gente más, buscando contención y participación, sabía muy poco de lo que era la política en el Partido Socialista. 

Vengo de una familia muy politizada, estuvimos en el acto de cierre en Rosario de Alfonsín en el 83. No tenía mucha idea de lo que era la política y en la adolescencia a los 14 años decidí participar para hacer algo que me parecía útil y conocer gente, a partir de allí me fui metiendo y descubriendo una pasión que me acompaña al día de hoy. 

La política me cambió la vida en todo sentido porque fue la oportunidad de relacionarme con quienes hoy son mis amigos, amigas y familia elegida. Me formé y conocí la política capaz de transformar y tener un rol activo cuando fueron debates tan importantes como la ley de matrimonio igualitario, identidad de género, impulsar políticas públicas para el colectivo de la diversidad sexual y para la participación comunitaria, ayudar en los barrios de Rosario en la crisis del 2001.

Creo que ello me define y me ha formado como persona, así es que ese por qué participar en la política rápidamente se transformó en un modo de vida.

LOS JÓVENES Y LAS DIVERSIDADES.

Las juventudes, actualmente, expresan cierto rechazo a la participación política y en muchos casos encuentran en propuestas reaccionarias una voz que de algún modo los interpela ¿A qué responde esta situación, qué acciones se pueden llevar a cabo para enamorar a las juventudes con una propuesta progresista?

Las juventudes se han desenganchado de muchas expresiones políticas fundamentalmente por la falta de respuesta que han tenido para ellos y ellas. 

Durante mucho tiempo, para muchas personas jóvenes, la política era vista como una forma de hacer las cosas que nos permitían progresar. Un joven hoy no puede acceder a un primer trabajo para independizarse e ir a vivir sólo, a una pensión o alquilar con algún amigo o alguna amiga, compartir departamento, hoy eso es imposible. 

«Hay que recuperar el diálogo con las juventudes, su protagonismo en el diseño de la política y demandas políticas, volver a ponerla al servicio de la sociedad y dar respuestas concretas a las enormes dificultades que atraviesa nuestro país.»

Eso hace que vean con escepticismo las respuestas que la política brinda, la política no le habla a los jóvenes más que como posibles electores, no da espacios de protagonismo que en otros momentos tuvimos las juventudes en el diseño de la cosa pública. 

En un contexto donde pareciera que durante tanto tiempo se hizo lo mismo y los resultados a todas luces son considerados como insuficientes y deficientes por la mayoría de la población aparecen voces estridentes, que gritan, llamativas y disruptivas que se hacen notar y proponen cosas distintas. Entonces, independientemente de la inviabilidad de esa forma distinta de hacer las cosas, del sentido de esa forma, del propio contenido, muchas personas que acuerdan con muchos de los derechos que estos sectores proponen derogar, se convencen que si siempre hicimos lo mismo y nos fue mal, quizá haciendo algo distinto nos puede ir bien. 

Estos fenómenos similares a Millei y en tantos otros países, concitan el interés de personas muy decepcionadas de las formas tradicionales de la política y en especial los jóvenes, que no han visto otra cosa más que este modelo de fracaso, de veinte años de grieta, de enfrentamiento estéril e inútil, entienden que saliendo de esa grieta por el lado de aquellos que gritan y que se hacen notar, las cosas puedan cambiar. 

Hay que recuperar el diálogo con las juventudes, su protagonismo en el diseño de la política y demandas políticas, volver a ponerla al servicio de la sociedad y dar respuestas concretas a las enormes dificultades que atraviesa nuestro país.

Con el tiempo te convertiste en un referente de la comunidad LGBTQ y en estos años han conquistado reivindicaciones históricas acompañada de la visibilidad y lucha del colectivo del que sos parte. Sin embargo, la conquista de derechos debe ir acompañada de una presencia activa y vigilancia constante para que no haya retrocesos ¿En qué situación se encuentra la comunidad LGBTQ en la actualidad?

Un gran activista español, Pedro Cerolo, socialista, fue quien impulsó muchas de las leyes de igualdad en España, decía que los derechos se conquistan, se disfrutan y se defienden. Quiere decir que ningún derecho está dado para siempre. 

Si bien es cierto que en nuestro país tenemos un marco legal muy importante con leyes como el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, el cupo laboral travesti trans y el reconocimiento de las identidades no binarias, también es cierto que ha habido en los últimos años políticas públicas muy deficientes, sobre todo por parte del Estado Nacional, cuestionadas socialmente porque no han servido para contener y para acompañar los procesos que las disidencias necesitaban, entonces (en estos discursos disruptivos de los que hablábamos antes) aparecen las propuestas de derogación de los derechos, que dicen sobre la ley de identidad y género “que no venía a solucionar nada” y proponen derogarla. 

Si bien hay una mayoría social que acompaña las causas que impulsamos y las conquistas que hemos logrado, siempre hay que estar en un estado de movilización, preparados, preparadas y preparades para resistir ante posibles intentos de retroceso que ya hemos visto en esta campaña en la voz de la candidata a vicepresidenta Victoria Villarroel, que es la primera candidata en expresarse abiertamente por la derogación del matrimonio igualitario. 

Tener movilización, luchar por la representación en primera persona, por eso también es importante estar en las candidaturas y dar el debate entendiendo y confiando en que la mayoría de la población ya ha incorporado estos derechos y no está dispuesta a debatir un retroceso. 

Las insuficientes políticas públicas del Ministerio de Mujeres, la falta de participación de las organizaciones en su diseño e implementación, el desinterés del gobierno y de muchos sectores políticos son indicadores de una luz amarilla. Tenemos que volver a poner sobre la mesa la defensa de los derechos conquistados y todo lo que aún falta.

UNA AGENDA CLARA.

Miguel Lifschitz entre sus legados dejó la frase “el futuro sólo es posible si es ecológico, si es inclusivo y si es feminista” ¿Qué lugar ocupan en la agenda del PS estos temas?¿Qué iniciativas pueden fortalecer estas premisas?

El socialismo es una idea y una forma de ver el mundo, no es una doctrina cerrada, es dialéctica la relación del socialismo en su fase científica, teórica y la fase práctica. 

Miguel Lifschitz puso de manifiesto tres de los grandes desafíos que tiene el mundo de cara al futuro. Desarrollar una política sustentable pensando en las nuevas generaciones y deteniendo urgentemente la degradación del ambiente y el efecto del cambio climático y su impacto.

No es si un verano es más caluroso, si un invierno es más frío o si hay temperaturas más extremas, sino hechos concretos, como la sequía que ha puesto en jaque la economía del país y ha generado inflación, pobreza y el parate de una buena parte del mecanismo económico de Argentina. 

La agenda del feminismo también es urgente, no puede el mundo seguir sosteniéndose en las desigualdades entre varones y mujeres, disidencias y géneros no binarios en una sociedad en la cual hoy las expresiones de género, de la sexualidad y de la diversidad son bien amplias y tenemos muchas brechas que reducir a través de políticas de cuidado, de acciones concretas de equiparación salarial, de real igualdad de oportunidades para todas las personas en sus ámbitos de desarrollo profesional y laboral.

El mundo es más desigual que nunca, vemos como hay cada vez menos personas muy ricas y muchas más personas pobres, cuando el desarrollo científico, tecnológico y económico debiera permitirnos brindarle una mejor calidad de vida a cada vez más personas. Es inconcebible que millones de personas no tengan  acceso al agua potable, cientos de millones de personas viviendo en países con regímenes totalitarios, sin acceso a la justicia, a la seguridad, a la salud, en países que siguen aún con guerras civiles, fratricidas.

Tenemos que apuntar a esa inclusión que habla de mayor igualdad, de  menor violencia, de equilibrio entre los sectores más ricos del mundo y los sectores más pobres, el Estado tiene mucho para hacer por una mayor igualdad que permita un desarrollo pleno para todas las personas.

Estaban Paulón junto a Gustavo Leone candidato a parlamentario del Mercosur

¿Cuáles son tus prioridades en la agenda legislativa?

Tal como lo están haciendo hoy Enrique Estevez y Mónica Fein, una de las prioridades es la defensa de Santa Fe, provincia que el año pasado aportó más del 13% de los recursos que recauda el Estado Nacional y de eso vuelve muy poco. 

Por discriminación que padeció el socialismo cuando gobernó en tiempos de Cristina Kirchner y en el gobierno de Mauricio Macri. Esto tiene continuidad, no ya por discriminación de un gobierno nacional de distinto signo político, sino por una actitud muy servil de parte del gobernador Omar Perotti quien parece enamorado de las fotos de campaña abrazado a Alberto y a Cristina.

La agenda social impulsada por el socialismo desde hace 127 años sigue vigente. Leyes como la de licencias de cuidado, una ley integral de cuidado y la ley de humedales. En el caso de la diversidad sexual, que también es mi agenda, del colectivo que también represento, todo lo relacionado con la ley integral trans y una nueva ley de prevención y sanción de actos discriminatorios. 

¿El acceso a la vivienda es uno de los temas que más preocupan a la población, qué acciones pueden mejorar esta situación? 

Es un gran problema en en el Mundo, particularmente en Argentina tiene que ver con las políticas de uso de suelo en las ciudades que han encarecido enormemente el uso residencial de la vivienda, con la especulación financiera a través de distintas plataformas de alquiler temporario, donde muchas propiedades salen de alquiler, que antes ocupaban los sectores medios son destinadas al uso temporario mucho más rentable que el alquiler habitual.

«El Estado debe intensificar las políticas de vivienda social, generando programas para sectores medios y populares con cuotas equiparables al precio de un alquiler, facilitando el acceso a la casa propia.»

En la Ciudad de Buenos Aires hay sólo 1.000 viviendas disponibles para toda la Ciudad, eso presiona sobre los precios y los requisitos, dificulta que la gente acceda a la vivienda y por otra parte la inflación del 140% anual impide cualquier tipo de planificación en función de implementar créditos hipotecarios para acceso a la casa propia.

Debemos restituir el crédito hipotecario en Argentina porque lo que en algún momento era signo de ascenso social y con un trabajo poder comprar en un plazo de treinta años una vivienda, hoy es imposible al no haber previsibilidad. 

El Estado debe intensificar las políticas de vivienda social, generando programas para sectores medios y populares con cuotas equiparables al precio de un alquiler, facilitando el acceso a la casa propia. 

Creemos firmemente que la vía de la construcción de viviendas a través de cooperativas de vivienda donde también las personas aporten en la etapa de construcción, es una herramienta interesante que necesita crecer y fortalecerse.

Santa Fe se caracterizó por una fuerte inversión en salud y educación en las gestiones del PS, sin embargo en los últimos cuatro años la desinversión ha hecho perder impulso a la provincia en estas agendas ¿Qué experiencias se abandonaron y considerás valiosas para recuperar estas herramientas como igualador social?¿Qué acciones nuevas se pueden tomar para mejorar en estos dos importantes aspectos?

El gobierno de Omar Perotti retrocedió en todos los aspectos posibles, abandonó a la voluntad de los directivos de las escuelas el manejo de ciertas cuestiones, con un Ministerio de Educación ausente, canceló programas muy exitosos como el “Vuelvo a Estudiar” y el “Vuelvo Virtual”, que permitieron a 20.000 estudiantes jóvenes retomar y finalizar sus estudios medios. 

En salud abandonó todas las obras previstas para hospitales y centros de salud. Hoy en cualquier centro de salud se relata la falta de insumos, muchas veces permanecen cerrados. Todo el sistema de pediatría está al borde del colapso, con cierre de muchísimas camas de terapia en efectores, esto se dió a partir de la pandemia y después no se volvieron a abrir.

El retroceso se ve en obras públicas, en la generación y distribución de la energía, en el apoyo a los proyectos productivos. Este es el sello  que se va a llevar el gobierno de Omar Perotti. 

Lo dice la gente, en una elección donde el candidato del peronismo salió tercero, después de las dos primeras candidaturas del Unidos para Cambiar Santa Fe,  espacio que el socialismo integra de oposición en la provincia.

En seguridad se han triplicado las personas fallecidas, también hubo un retiro del Estado en la política social, en los barrios con mayores niveles de inseguridad se suspendieron todos los programas sociales que se habían implementado en el socialismo y daban contención a millares de jóvenes. 

El gobernador hizo campaña con la paz y el orden y quitó patrulleros, quitó policía, cerró comisarías. Es urgente recuperar un proyecto que integre las políticas sociales, educativas, de salud y seguridad para recuperar una senda de desarrollo y paz en las ciudades.

LA SEGURIDAD.

¿Cómo afecta la inseguridad a Santa Fe?¿Qué acciones pueden revertir esta problemática?

La inseguridad pega muy fuerte en la provincia y se expresa en la violencia en algunos barrios de Rosario, Santa Fe y otras ciudades importantes de nuestra provincia, alterando la vida de la gente de bien y generando mucha desconfianza en los inversores capaces de crear trabajo y fortalecer la producción.

Retomar políticas públicas que redujeron a la mitad el número de muertos en hechos violentos y lograron encarcelar a las bandas narcos, política que implementó el socialismo de forma progresista, de fuerte integración de la política social con especial foco en jóvenes y en mujeres víctimas de violencia, focalizadas en los barrios para brindar oportunidades y alternativas laborales. 

«Es necesario dotar a la ciudad y provincia de los recursos federales y herramientas que permitan la prevención y persecución del delito, la presencia de las fuerzas de seguridad y que la Nación contribuya con las políticas provinciales y municipales para dar respuesta a este tema tan complejo.»

Recuperar una política que jerarquizó al personal policial, que lo equipó, le dio herramientas y también fue, puerta a puerta, a buscar chicos y chicas que habían dejado la escuela para ser reclutados como soldaditos. Les dimos la oportunidad de terminar sus estudios y pensar en un horizonte distinto para su vida. 

Necesitamos acciones integradas con la justicia para generar un shock de política pública que pacifique los barrios más complicados y pueda traer tranquilidad a todas las ciudades.

¿Qué se puede hacer desde el poder legislativo para revertir las situaciones de violencia que se viven en Santa Fé?

Mucho, porque gran parte de la violencia urbana que vivimos deriva de un delito federal, el narcotráfico y donde el Estado Nacional se ha retirado. A pesar de las reiteradas promesas de mandar fuerzas federales para acompañar la respuesta a la inseguridad, poco de eso ha ocurrido. Santa Fe es la vigésimo primera provincia en inversión de seguridad pública por habitante en el país. 

La provincia de Santa Fe tiene una ubicación estratégica en relación al Mercosur por sus 800 kilómetros de hidrovía a lo largo de la vera del Paraná, pero también por la ruta 34, por la ruta 33, por la ruta 9, por la ruta 11, provenientes de Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil. Tenemos que plantear desde el Legislativo Nacional medidas para proteger todas esas vías y que la respuesta a la inseguridad sea una realidad. 

Es inadmisible la demora en la constitución de la comisión bicameral responsable de reformar el sistema judicial, encargada de la designación de jueces y fiscales federales para Rosario, que tiene sólo un juzgado federal con competencia en los temas de narcotráfico, esto no puede seguir así. A su vez, la Cámara tiene cargos pendientes de nombramiento.

Es necesario dotar a la ciudad y provincia de los recursos federales y herramientas que permitan la prevención y persecución del delito, la presencia de las fuerzas de seguridad y que la Nación contribuya con las políticas provinciales y municipales para dar respuesta a este tema tan complejo.

EL MEDIO AMBIENTE.

¿Cómo afecta el cambio climático a los Santafesinos/as?¿Es posible mitigar este flagelo?

«El cambio climático pone en cuestión la propia supervivencia del ser humano, tiene efectos concretos, produce desertificación, migraciones climáticas de personas que ya no pueden vivir en ciertas regiones»

Uno muy concreto tuvo que ver con la sequía que padeció Argentina y en Santa Fe tuvo un fuerte impacto por el tipo de producción que tiene, ha provocado que la actividad económica tuviera una caída muy importante y se traduce en menos ingresos en términos impositivos, menos retenciones y menos recaudación para los productores, las cadenas de valor y de producción local y para el movimiento que cada localidad tiene. 

El cambio climático pone en cuestión la propia supervivencia del ser humano, tiene efectos concretos, produce desertificación, migraciones climáticas de personas que ya no pueden vivir en ciertas regiones, desplazamientos, aparece el odio, la intolerancia hacia las personas migrantes en tantos países y obviamente que estamos destruyendo la casa comuna que nos tiene que seguir alojando, por eso esta es una agenda urgente. 

También lo sufrimos con los humedales permanentemente agredidos, abandonados por las autoridades de medio ambiente y reclamamos una ley de humedales para protegerlos, hacer que allí se pueda reservar esa capacidad de nuestra región de ser un pulmón verde y mitigar de alguna manera el efecto que el cambio climático está teniendo en nuestra vida cotidiana. 

Cada vez se produce más, se consume más y sin embargo, la riqueza se concentra en menos manos ¿Qué acciones pueden revertir este desmedido crecimiento de la desigualdad?

Una de las principales cuestiones tiene que ver con la forma en que se produce lo que consumimos y qué es lo que consumimos. Tenemos que trabajar en formas más amigables con el ambiente para la producción, planteando la producción agroecológica de alimentos, menor contaminación en la producción de alimentos e industrial. 

Apostamos al entramado de la economía circular, la economía social, la cercanía entre el productor y el consumidor, quitando eslabones de la cadena de distribución que suman contaminación, costo y un perjuicio para el planeta.

Es necesario poner ojo en lo que consumimos. Somos una sociedad consumista, es más importante tener que ser, promovemos un consumo responsable, sustentable y vinculado a una producción orgánica, natural y menos agresiva con el ambiente porque con este nivel de consumo, desperdicio y contaminación no hay posibilidades de que el mundo siga creciendo. 

Finalmente quisiera darte el último párrafo para que hables a tu comunidad.

«Quiero ir a la Cámara de Diputados para defender realmente lo que la provincia necesita y no hacer lo mismo que hacen muchos y muchas que cuando llegan a Buenos Aires se olvidan de nuestros intereses para defender los intereses de su partido.»

Quiero ser Diputado Nacional para defender mi provincia, mi ciudad. Vivo acá, mis sobrinos van a la escuela acá, mi mamá es jubilada acá, mi hermano trabaja acá. Amo Santa Fe, estoy muy orgulloso de lo que la provincia significa para el país y podemos hacer mucho más.

Quiero ir a la Cámara de Diputados para defender realmente lo que la provincia necesita y no hacer lo mismo que hacen muchos y muchas que cuando llegan a Buenos Aires se olvidan de nuestros intereses para defender los intereses de su partido.

Olfateando el abismo

Olfateando el abismo

Vivimos tiempos de cambio, de incertidumbre, de transición. Entre el vértigo tecnológico y la futilidad de nuestros conceptos, vivimos, nos dice Luis Oro Tapia, en una época de «desesperanzada, lábil y agónica; pero también gestacional y parturienta».

«Occidente, descubre en mí lo eterno, lo que siempre ama», le imploraba un hombre de sienes ligeramente encanecidas a una puesta de sol, mientras se desvanecían sus recuerdos juveniles sobre la arena estival. A modo de consuelo invocó los versos iniciales del poema Lo fatal de Rubén Darío («Dichoso el árbol que es apenas sensitivo / y más la piedra dura, porque ésa ya no siente»), pero la nostalgia no cesó. Jorge Luis Borges, por su parte, en su cuento El inmortal narra las peripecias de un hombre que quiere derrotar la temporalidad y, finalmente, lo consigue. En la literatura existen abundantes testimonios que dan cuenta de cuán empecinada está la civilización occidental en expulsar la muerte y el dolor de la condición humana. Tal desiderátum en los hechos se expresa en el imperativo de alargar cada vez más la vida y de erradicar de ella el sufrimiento.

Pese a ser una meta incumplida, no le ha ido del todo mal en sus afanes; porque dispone de una herramienta prodigiosa que la ayuda a materializar sus obsesiones utópicas: la ciencia y la técnica moderna. Pero las utopías también pueden devenir, paradojalmente, en distopías como le sucede, por ejemplo, al protagonista del referido relato de Borges. Y ello no sólo ocurre en la ficción. De hecho, el tránsito de una a la otra puede ser imperceptible en la vida cotidiana. Aunque también cabe la posibilidad de que ambas puedan coexistir luchando de manera soterrada como ha acontecido en el último tiempo.

Actualmente deberían comenzar a fraguarse nuevas categorías y nuevas valoraciones. Unas que estén en sintonía con la nueva concepción de la realidad y, obviamente, con la nueva humanidad que está surgiendo.

Así, por ejemplo, la corriente que avala el progreso tecnológico ha tenido que hacer frente a una contracorriente que vindica los derechos de la naturaleza. No obstante, aquélla —pese a los innumerables perjuicios que ha ocasionado al medio ambiente— sigue su avance, haciendo caso omiso de las proyecciones catastrofistas o distópicas. Con todo, existen dos ámbitos en los cuales la fe en el progreso continúa incólume: el de las ciencias biomédicas y el de las tecnologías digitales.

No en vano en las últimas décadas le dimos la bienvenida a los bebés de probeta y aceptamos sin mayores reparos la manipulación —otros dicen edición— genética. Asimismo, dejamos de deslumbrarnos con la genialidad para pasmarnos con la inteligencia artificial. Pero también extrañamente transitamos de la voluntad de futuro de las vanguardias al «progresismo reaccionario» que aflora en algunas izquierdas, tal como quedó en evidencia —en el caso de Chile— durante la Convención Constitucional. Incluso para no pocos la fascinación con los cambios tecnológicos y con la velocidad devino en vértigo y en ansias de apacible quietud y, más aún, en ensoñaciones bucólicas. Me parece que tales ambivalencias (algunas con visos de oxímoron) trascienden las peculiaridades de los actores aludidos y son síntomas de un dilema o encrucijada mayor como más adelante se verá.

¿PESADEZ DE LA MATERIA O DEL ESPÍRITU?

El nudo entre quienes tiran del futuro y quienes resisten del pasado siempre ha existido. Puede ser más o menos apretado. Con todo, el actual es diferente de los anteriores. Algunos pensadores y artistas del siglo veinte lo intuyeron como una mera probabilidad. Hoy no sólo es un escenario posible; es una realidad concreta que está ante nosotros y no la podemos eludir.

Hace algo más de cien años, un personaje de la novela La montaña mágica de Thomas Mann (ambientada en vísperas de la Primera Guerra Mundial) sostenía que «lo que trae confusión al mundo es la desproporción entre la rapidez del espíritu y la terrible pesadez, la lentitud, la resistencia y la inercia de la materia». El diagnóstico del personaje es correcto. Pero no sólo para esa época, sino que también para toda la historia humana anterior; puesto que la naturaleza, hosca y contumaz, se resistía a ser remolcada y heñida por la razón.

Hasta la primera mitad del siglo veinte las elaboraciones normativas de la razón especulativa iban varios pasos más adelante que las realizaciones materiales. Inversamente, en los últimos cincuenta años el desarrollo físico —aupado por la ciencia y la técnica— es quien ha tomado la delantera y ha dejado rezagada a la razón especulativa; generando así un nuevo desfase, pero esta vez uno de índole completamente diferente, incluso opuesto al anterior. Tal modalidad de desajuste también trae confusión al mundo. Concretamente, la materialidad le plantea problemas y desafíos al orden normativo, pero éste no los puede resolver con celeridad, porque no avanza al mismo ritmo del quehacer fáctico. Dicha brecha no tarda en suscitar fricciones intrapsíquicas, desconcierto social y más temprano que tarde conmociones políticas.

En efecto, la razón normativa ha quedado rezagada respecto del avance del dominio material que ha configurado la ciencia y la técnica. Dicho de otro modo: nuestros mapas normativos están desactualizados y, precisamente, en ello estriba buena parte de nuestra perplejidad con su correspondiente sensación de azoramiento y desorientación. También parte del problema radica en el hecho de que no tenemos experiencias históricas similares en las cuales encontrar analogías y buscar inspiración. Ya no somos enanos encaramados en hombros de gigantes; somos huérfanos de un pasado que actualmente no nos brinda cobijo moral, puesto que nuestras realizaciones materiales han puesto en entredicho sus valoraciones.

Concretamente, la materialidad le plantea problemas y desafíos al orden normativo, pero éste no los puede resolver con celeridad, porque no avanza al mismo ritmo del quehacer fáctico. Dicha brecha no tarda en suscitar fricciones intrapsíquicas, desconcierto social y más temprano que tarde conmociones políticas.

Estamos viviendo algo profundamente disruptivo, sin par en toda la historia de la humanidad, y no tenemos orientaciones para enfrentarlo. Las previsiones de Oswald Spengler, ancladas en la historia comparada, no nos sirven por dos razones. Primera: porque hay un hecho absolutamente nuevo, inédito en toda la historia, que es la irrupción de la ciencia y la técnica moderna, las cuales tienen la capacidad de modificar la vida corporal y mental de los seres humanos como ninguna otra civilización la ha tenido. Dicho de otro modo: tanto la radicalidad de los cambios como el desenvolvimiento que ha tenido la civilización occidental —que en su actual etapa es tecnológica— carece de paralelismo en la historia universal. Segunda: así vistas las cosas, por una parte, no sabemos si Occidente declina o si asciende y, por otra, no sabemos si Occidente aún existe, pues cabe la posibilidad de que en lo que respecta a los asuntos valóricos y estrictamente humanos estemos ingresando a un nuevo tipo de civilización diferente de la occidental y, de ser así, ésta sería de carácter planetario y tendría un nuevo código moral. Lo que sí me parece claro es que estamos llegando al final del tiempo eje, ese tiempo axiológico o normativo, que con diferentes énfasis y modulaciones ha orientado y ha dado sentido tanto a la existencia individual como a la colectiva durante veinticinco siglos.

Hacia mediados de la década de 1950 Karl Jaspers —que fue quien acuñó la expresión «tiempo eje»— conjeturaba que era posible que a nuestra generación le correspondiera vivir los últimos estertores de dicho tiempo y que, a la vez, presenciara los primeros balbuceos de un nuevo tiempo axial. Tal conjetura implica sostener implícitamente que las categorías con las que hemos pensado durante dos milenios y medio están comenzando a quedar obsoletas. Ellas ya no están a la altura de los tiempos, no dan cuenta de las nuevas realidades. Con todo, actualmente deberían comenzar a fraguarse nuevas categorías y nuevas valoraciones. Unas que estén en sintonía con la nueva concepción de la realidad y, obviamente, con la nueva humanidad que está surgiendo.

Por esos mismos años Martin Heidegger sostenía que llegaría un momento en el cual el hombre intervendría no sólo la esencia de las cosas, sino que también su propia esencia, fabricándose técnicamente a sí mismo. En ese momento —intuía Heidegger— la idea de naturaleza humana estallará por los aires y también el correspondiente orden moral. Me parece que ya estamos viviendo los primeros años de ese tiempo, el cual comenzó con la manipulación genética y de embriones humanos. La bioética, quizás, sea uno de los primeros intentos de hacer dialogar la lógica de la investigación científica con los imperativos normativos. Pero de cierta manera ese diálogo es entre lo nuevo y lo viejo —y no entre las realidades emergentes y las nuevas valoraciones—, puesto que nuestro orden normativo aún está anclado en el tiempo eje y desde sus preceptos evalúa las nuevas realidades.

TRASLAPE DE ÉPOCAS

Lo terrible para nosotros (moradores de un siglo en trance) que cabalgamos sobre los lomos de dos caballos, el del tiempo nuevo y el del tiempo viejo, es que corremos el riesgo de desplomarnos anímicamente y de ser arrasados por las pezuñas de los corceles sin siquiera saber cuál de ellos triunfará, puesto que también cabe la posibilidad de una restauración del viejo orden, lo cual significaría petrificar el actual estado de cosas y cancelar todas las posibilidades de progreso. De hecho, han existido civilizaciones —como la del antiguo Egipto, por ejemplo— que habiendo alcanzado un alto grado de sofisticación, una vez que lo lograron, se dedicaron a preservar sus realizaciones. Esto implicó, a la postre, cancelar la posibilidad de innovar. Tales son las civilizaciones atadas, detenidas, hieráticas o estancadas. Es verdad que nuestra valoración del cambio nos incita desestimar esa alternativa, pero también el vértigo que produce la celeridad de los cambios nos puede llevar a considerarla como una opción razonable. Quizás, quienes actualmente abogan por el decrecimiento terminen suscribiéndola y así dicha opción termine imponiéndose como la alternativa menos mala.

Todo indica que estamos viviendo un momento crepuscular. Pero no sabemos si es el crepúsculo del amanecer o el del atardecer. Para algunos, los más optimistas, se trata de una encrucijada; para otros, los pesimistas, se trata de una aporía. Claramente estamos ante un problema doloroso. Cabe recordar que para que algo tenga el estatus de problema se deben cumplir dos condiciones. Primera: que existan asuntos acuciantes que, por el momento, no tienen solución o bien tienen varias, pero éstas son recíprocamente incompatibles. Segunda: que el asunto problemático nos concierna existencialmente —o vitalmente, en cuanto nuestro porvenir pende de su solución— y, precisamente, debido a ello nos produce desasosiego, fracturas psíquicas y una creciente angustia.

En nuestro caso se cumplen ambas condiciones; lo cual no significa, en modo alguno, que todos los seres humanos se sientan acongojados o anden carilargos por la vida; puesto que no todos reaccionan de igual manera frente a los mismos estímulos, ni siquiera ante el dolor. También están los anestesiados, los inconscientes y los frívolos. Ellos tienen una existencia anodina: viven y no se sienten vivir. Para los más escrupulosos y sensibles, por el contrario, la vida deviene en una tortuosa tribulación. Para estos últimos el tiempo crepuscular es un calvario.

Todo indica que estamos viviendo un momento crepuscular. Pero no sabemos si es el crepúsculo del amanecer o el del atardecer. Para algunos, los más optimistas, se trata de una encrucijada; para otros, los pesimistas, se trata de una aporía. Claramente estamos ante un problema doloroso.

En las aludidas circunstancias «toda una generación se encuentra extraviada entre dos estilos de vida, de tal suerte que pierde toda norma, toda seguridad e inocencia» —apunta Hermann Hesse en su novela El lobo estepario— y nadie sabe a qué atenerse ni qué esperar con certeza. Obviamente que ello fractura conciencias, lo cual no sólo tiene efectos psicológicos, sino que también sociopolíticos. La perplejidad y la angustia engendran espejismos de redención o bien de desesperanza, esto es, de utopías y distopías, aunque sin mayores niveles de elaboración. Quienes se sienten abatidos son los más propensos a suscribirlas irreflexivamente. Pero también están los que son sensibles y, al mismo tiempo, escépticos y meditabundos. Estos últimos tienen plena conciencia de que están enzarzados entre dos cosmovisiones y puesto que no optan por la fuga utópica ni la distópica «viven todos los enigmas de la vida humana sublimados como infierno y como tormento en su propia persona», como bien señala Hesse.

En la misma línea, desde América Latina, el subcontinente del crepúsculo sin fin, nos hacemos eco de las palabras del poeta Vicente Huidobro y le preguntamos a coro a Altazor —nuestro alter ego, puesto que a él también se le evaporaron sus certezas y se quedó sin mundo— «¿quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?». Y, al igual que Altazor, debemos armarnos de fortaleza para eludir las coartadas de las ofertas utópicas y distópicas a fin de plantarle cara al enigma que llevamos dentro de nosotros mismos.

Contempladas las cosas desde una perspectiva existencial, nuestra época sería la del lobo estepario: desesperanzada, lábil y agónica; pero también gestacional y parturienta. Si aspiramos a sobrevivir a ella y no queremos ser empalados ni cegados por el crepúsculo —ya sea el del amanecer o el del atardecer— tendremos que transmutar compulsiva y dolorosamente nuestras valoraciones al igual que el protagonista de la mentada novela. Por el momento, a modo de consuelo y en sintonía con la desrealización de lo real, sólo podemos decir junto con Nicanor Parra: «Ay de mí, ¡ay de mí!, algo me dice que la vida no es más que una quimera».

¿Quién nos cuida?

¿Quién nos cuida?

Las tareas de cuidados son un sector muy activo de la economía con una altísima tasa de informalidad y donde principalmente se ocupa a mujeres. Las crisis lo profundizan: el voluntarismo reemplaza a los gobiernos. Es necesario repensar el rol del Estado, la distribución de las tareas de cuidado y acciones para impedir la vulneración de derechos.

Hablar de cuidados es referirse a un tema del que mucho se debate en los últimos tiempos, pero aún quedan muchos interrogantes que responder, sobre todo queda mucho que definir para partir desde un concepto común. A partir del hecho de que toda persona en algún momento de su vida ha recibido algún tipo de cuidado indispensable para su desarrollo y muchas posteriormente ejercimos cuidados pero, a nivel general, en la ciudadanía se percibe un escaso conocimiento del tema. Es posible enmarcar dentro del concepto a una vasta serie de actividades destinadas a velar por el bienestar cotidiano de las personas, tanto desde lo material y económico, como desde lo moral y emocional.

Se trata de un concepto muy amplio. Con seguridad, muchos en este momento estarán pensando en algún familiar que los crió -¿habrá sido una mujer?-, pero pocos tal vez piensen en la responsabilidad que tiene el Estado a la hora de regularlo, desarrollarlo y garantizarlo.. 

Se abren así una serie de interrogantes con un alto grado de complejidad. ¿Por qué es importante que el Estado piense en políticas de cuidado?¿Es necesaria una regulación?¿Hasta dónde llega esa “regulación”?¿No entra la misma en conflicto con la privacidad de las personas y las familias?¿Hasta dónde el Estado puede responder por el cuidado ejercido por Instituciones privadas o personas que no forman parte de la Administración Pública?

Intentaremos avanzar en darles respuesta, aunque dejando para otro momento el cuidado dentro del hogar, que representa a gran parte de las tareas de cuidados, donde el trabajo no es remunerado y además se ve atravesado por la disparidad de recursos en cada hogar para ejercerlo. 

CUIDADOS COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las políticas de cuidado abarcan «aquellas acciones públicas referidas a la organización social y económica del trabajo destinado a garantizar el bienestar físico y emocional cotidiano de las personas con algún nivel de dependencia».

Estas políticas consideran tanto a los destinatarios del cuidado, como a las personas proveedoras e incluyen medidas destinadas tanto a garantizar el acceso a servicios, tiempo y recursos para cuidar y ser cuidado, como a velar por su calidad mediante regulaciones y supervisiones.

“La cantidad de horas utilizadas (por las mujeres) para el cumplimiento del cuidado reproductivo y el trabajo doméstico imposibilitan el desempeño en otros ámbitos de quienes asumen esa responsabilidad.”

El sector del cuidado como actividad económica combina los empleos de enseñanza, salud, doméstico y asistencia social, siendo la principal fuente de empleo para las poblaciones femeninas. Esto  demuestra algo que no resulta una novedad: el fuerte componente de género aún en los espacios laborales remunerados.

En todos los casos, se observan porcentajes más altos de mujeres en los rubros asociados a labores domésticas llamados “sectores de la economía del cuidado”. Según la CEPAL, en el caso de América Latina: salud un 73,2%, enseñanza 70,4% y el más alto es hogares como empleadores, que aglutina las distintas modalidades de trabajos domésticos remunerados, con un 91,5% de mujeres en el sector.

La desigualdad con la que se distribuyen estas actividades y responsabilidades asociadas al cuidado hacia adentro de los hogares ha demostrado ser un factor de detrimento del plano profesional y académico de las mujeres. La cantidad de horas utilizadas para el cumplimiento del cuidado reproductivo y el trabajo doméstico imposibilitan el desempeño en otros ámbitos de quienes asumen esa responsabilidad.

La deserción escolar de niñas y jóvenes también está ligada a la adopción de roles tradicionales sobre cuidados y labores domésticas y ha significado una reducción en los años promedios de educación, lo que dificulta el acceso al mercado laboral de estas niñas.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la demanda de cuidados en los hogares con hijos representa un impedimento para la incorporación de mujeres al plano laboral por la desproporción del volumen de tareas domésticas a partir de la existencia de hijos. Esta desigualdad se vuelve aún más profunda si consideramos que los sectores donde las mujeres se encuentran sobrerrepresentadas, como los que conforman al sector de cuidados, son las ramas económicas peores pagas y con mayores tasas de informalidad y precariedad.

Lo cierto es que aún no se cuenta con estadísticas fiables acerca de  los espacios de cuidados que se generan espontáneamente en lo comunitario (más aún en un contexto socioeconómico complejo como el actual),  o sobre aquellos que desde el sector privado ejercen estas tareas.

“Cada área o nivel del estado contribuye en su medida al desarrollo de políticas de cuidado, pero si estas medidas carecen de integralidad y no se aborda al Sector del Cuidado como un macrosistema, lejos estamos de poder dar respuesta.”

Si repasamos rápidamente, podemos ver cómo cada área o nivel del Estado contribuye en su medida al desarrollo de políticas de cuidado, pero si estas medidas carecen de integralidad y no se aborda al sector del cuidado como un macrosistema, lejos estamos de poder dar respuesta. 

Pensemos en los comedores, los espacios  de cuidado generados entre los barrios, donde las vecinas (en su mayoría) cuidan a los hijos de las madres amigas que por trabajo no pueden atender a los menores que tienen a cargo. Hablamos de  actividades voluntarias sin remuneración, pero que intentan cubrir una necesidad evidente e ineludible. Como mencionamos, las épocas de crisis económica hacen que estos espacios proliferen cada vez más en el territorio, sin registro, sin habilitación, algunos con ayudas económicas y otras solamente con la buena voluntad de una comunidad, cruzando la gran incertidumbre de afrontar el mantenimiento de estos espacios de manera desigual, con la angustia de no tener garantía de si podrán o no sostenerlos mañana.

ADULTOS MAYORES

Otro caso a destacar es el de los espacios para adultos mayores. Aquí hay varias problemáticas para mencionar: la relación entre hogares públicos y privados, la proporción de cuidadores respecto de internos, la debida formación de los mismos y los protocolos sanitarios son sólo algunas de todas las existentes. Un sinnúmero de interrogantes que con los datos disponibles se responden a medias, que si indagamos, cada área o nivel del Estado responde por lo que le compete. De esta forma, los interrogantes continúan surgiendo y el trabajo por hacer resulta arduo. Pero ante todo camino largo se tiene que empezar por lograr una foto real del panorama.

Hace algunos años que en la región se viene instalando el tema en la agenda pública, principalmente a partir de la consideración económica del trabajo doméstico. En la Argentina podemos ver varios ejemplos de propuestas que van orientadas en este sentido, y que contribuyen al debate público respecto al rol del Estado, como lo es el proyecto de ley para la creación de un Sistema Nacional Integral Federal de Cuidados presentado por los diputados Mónica Fein y Enrique Estévez en marzo de 2022; y el proyecto de ley “Cuidar en Igualdad: Sistema Integral de Políticas de Cuidados en la Argentina (SINCA)”, del Poder Ejecutivo Nacional presentado el mismo año. 

“Pensar la igualdad de oportunidades desde una perspectiva integral del cuidado, no solo es importante, sino que se vuelve crucial ante una realidad económica dura, donde quienes se encuentran desprovistos de los medios necesarios para acceder a ese cuidado son principalmente los sectores más vulnerables de la sociedad.”

Estas propuestas le abren el camino a las políticas de cuidado para ocupar un espacio importante en el debate público y las instala en agenda. Las preguntas que nos hicimos al comienzo de esta nota vislumbran sus respuestas a medida en que el debate avanza, por lo que entendemos que pensar la igualdad de oportunidades desde una perspectiva integral del cuidado, no sólo es importante, sino que se vuelve crucial ante una realidad económica dura, donde quienes se encuentran desprovistos de los medios necesarios para acceder a ese cuidado son principalmente los sectores más vulnerables de la sociedad. Son quienes se encuentran más expuestos a los abusos, a la violación de derechos y a una gran cantidad de barreras que imposibilitan su desarrollo personal. 

El Estado debe “repensarse” para garantizar herramientas, espacios seguros y accesibles de cuidados, debe además brindar la información necesaria para prevenir los abusos y sobre todo avanzar articuladamente desde todos sus niveles y principalmente legislar para transformar dichas iniciativas en políticas públicas que trasciendan al gobierno de turno.

La Argentina y cada una de sus provincias necesitan generar los consensos necesarios para que el foco principal esté puesto en construir una sociedad más justa e igualitaria.

Reeditan la obra inaugural de la literatura queer  

Reeditan la obra inaugural de la literatura queer  

«El bosque de la noche», de Djuna Barnes, es la primera novela que incluyó un personaje no binario. Fue un boom en su tiempo. La escritora, un ícono. El libro fue reeditado con prólogo de la escritora feminista Siri Hustvedt, que logra poner el fondo del libro en foco.

“La muñeca y el inmaduro tienen algo de bueno: la muñeca porque se parece a la vida, pero no la contiene, y el tercer sexo porque contiene vida, pero se parece a la muñeca. ¡Ese rostro bendito! Debería verse sólo de perfil, de lo contrario nos damos cuenta de que es la conjunción de dos mitades hendidas e idénticas de aprehensión asexuada”.

Una pregunta para romper el hielo. ¿Puede una novela encontrar a sus lectores cien años después? Es posible que esto suceda con «El bosque de la noche», de Djuna Barnes, editada en 1937 y escrita diez años antes en el vértigo modernista de los años locos parisinos. Sin embargo, nada es claro en esta novela que tiene los colores, los ruidos, los aromas y los peligros de la noche.

Seix Barral decidió rescatar «El bosque de la noche» con una edición prologada por Siri Hustvedt, que se suma al histórico prólogo que escribió T. S. Eliot para la primera edición de la novela de Barnes. 

La decisión de aumentar el volumen de páginas con una mirada de una autora contemporánea y feminista es más que oportuna. La propia Barnes, que se recluyó gran parte de su vida en un departamento neoyorquino, dejó trascender que Eliot en verdad no había sabido aprehender la esencia de «El bosque de la noche». Hustvedt sale al rescate de esa verdad que Eliot no pudo leer entre líneas.

La escritora estadounidense nos confiesa que a lo largo de su vida releyó «El bosque de la noche» muchas veces porque se trata de una obra tan pletórica de sentidos que se van volviendo aprensibles en las distintas etapas de la biografía de cada lector. Sin dudas una escritora de hoy sabe mejor qué hacer con la propuesta de Barnes que un hombre de aquel entonces, e incluso que una mujer de hace un siglo. 

INTERPELAR AL SUJETO MODERNO

El sujeto que Barnes interpelaba en sus páginas barrocas y poéticas era sin dudas un sujeto de la modernidad. Hombres y mujeres diseñados para procrear y perpetuar la especie. Barnes fue una pionera, luego de ella aparecieron los booms del feminismo, de los estudios de género y queers. 

Pero los conocimientos de los que hoy disponemos no hacen de «El bosque de la noche» un libro accesible. En absoluto. Leerlo es adentrarse en la oscuridad de los deseos más desesperados y eso nos acerca a las profundidades de la poesía. Hay que releer (en voz alta) para encontrar el sentido porque Barnes, de tanto romper con las ideas asumidas como normales, conduce al lector hacia el reino de las aporías.

El argumento. Una mujer andrógina (Robin) es deseada primero por un hombre (Félix), con quien tiene un hijo al que ella rechaza y luego es amada por dos mujeres (Nora y Jenny). Sí, la historia de un triángulo lésbico fue escandalosa en su tiempo.

Pero hay mucho más porque gran parte de la información le llega al lector de boca de un doctor (Matthew O´Connor) que ha vivido toda su vida con una identidad no binaria sin amar ni ser amado. Ni homosexual, ni heterosexual, ni hombre, ni mujer, es más bien como una muñeca que no tiene un ombligo que la vincule con la sexualidad. A él acuden las “víctimas” de la mujer andrógina y el doctor lleva al extremo la imaginación extenuando los significados. 

La potencia vanguardista de El bosque de la noche se evidencia en el hecho de que por primera vez un escritor (¡una escritora, mejor dicho!) inventó un personaje no binario.

“El hombre -dijo Nora, con un temblor en los párpados-, supeditándose al miedo hizo a Dios; del mismo modo que la criatura prehistórica, supeditándose a la esperanza, hizo al hombre… al enfriamiento de la tierra, a la recesión del mar. Y yo, que deseo poder, elegí a una chica que parece un chico”, expresa la protagonista de la novela, alter ego de la autora, quien escribió el texto después de la ruptura con la escultora Thelma Wood, quien fue el amor de su vida. 

“Exacto -dijo el doctor-, nunca antes habías amado a nadie, y nunca más volverás a amar a nadie como amas a Robin. Muy bien… ¿qué es este amor que sentimos por el invertido, chica o chico? Era de ellos de quienes se hablaba en todas las novelas que hemos leído. La muchacha perdida, ¿no es acaso el príncipe encontrado? Ese príncipe encima de un caballo blanco que siempre hemos estado buscando. Y el hermoso muchacho es una doncella ¿no es tal vez el príncipe-princesa vestido de encaje? ¡Ninguno de los dos y la mitad del otro, la imagen pintada en un abanico!”.

ICONO DE ESCRITORAS LESBIANAS

Barnes se convirtió en un ícono para las escritoras lesbianas; aún pululan las anécdotas de las innumerables veces que Susan Sontag, Anaïs Nin o Carson McCullers intentaron hablar con ella, montando guarda en su casa, sin éxito alguno porque Barnes por entonces era toda una persona ermitaña y misántropa (vivió sus últimos 41 años recluida). 

La potencia vanguardista de «El bosque de la noche» se evidencia en el hecho de que por primera vez un escritor (¡una escritora, mejor dicho!) inventó un personaje no binario. Barnes termina por elegir -como la voz de mando de su historia- al doctor O´Connor, este ser fuera de toda regla, que no puede ser el actor principal porque su vida ha sido anulada, pero es el testigo de un tiempo que es la suma de los tiempos, de un amor que es todos los amores, de un deseo que es único y divisible.

“¡La última muñeca, la que te ofrecen de mayor, es la chica que hubiera debido ser un chico, y el chico que hubiera debido ser una chica! El amor por esta última muñeca ya estaba anunciado en el amor por la primera”, le hace decir Barnes al doctor O´Connor para correr el velo de misterio que cubre la afirmación que abre este artículo. “¿Por qué crees que me he pasado casi cincuenta años llorando en los bares, si no porque soy una de ellas?”, agrega O´Connor, el primer personaje no binario que irrumpió en la literatura hace cien años.

Hoy, gracias a esta reedición de «El bosque de la noche», podemos sacarlo de la preciosa casa de muñecas en la que permaneció guardado todo este tiempo.