Hoy, 17 de mayo, día en que se recuerda en la Argentina y en el mundo el Día de la Lucha contra la Homo/Lesbo/Transfobia, Higui cumple siete meses presa por defenderse de quienes la agredían por ser lesbiana.
La fecha celebra que el 17 de mayo de 1990 fue eliminada la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un día de lucha y de empoderamiento de una de las multitudes más oprimidas y castigadas por la sociedad a lo largo y a lo ancho del planeta.
Ejemplo de la violencia ejercida por parte de la ciudadanía y más aún por la Justicia machista que no nos protege, es que Higui está presa desde el 16 de octubre del año pasado.
Analía Eva Higui Dejesús es una mujer que fue abusada y golpeada por diez tipos que por su condición de lesbiana, creyeron oportuno «corregirla», haciéndola propia, atacándola físicamente, persiguiéndola y amenazándola de muerte en varias ocasiones. Y ella, en su intento de defensa ante el brutal hecho, mató a uno de sus agresores.
Fue condenada por un juez que dictaminó que era más culpable ella, por actuar en legítima defensa, que, repito, los diez varones que la estaban violentando, apañados por el patriarcado.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Analía Eva Higui Dejesús es una mujer a la que diez tipos quisieron «corregir» por su condición de lesbiana. En su intento de defensa ante el brutal hecho, mató a uno de sus agresores.[/blockquote]
Hace pocos días el juez rechazó el pedido de libertad para Higui, por lo que deberá continuar detenida por defenderse de sus agresores y estar viva para contarlo y que no le crean. Como suele suceder.
Hoy han pasado siete meses desde que Higui está presa y mal juzgada. Hoy que la lucha feminista está en pleno auge y nosotras y nosotros no podemos no ser parte, seguimos exigiendo su libertad, su absolución. Así como lo logramos con Belén, cuando la Justicia tucumana reaccionó ante el pedido y la lucha feminista, vamos por Higui.
Y hoy, 17 de mayo, en cada plaza de cada ciudad del país, sonará bien fuerte nuestro grito de lucha, nuestro pedido desesperado para que liberen y absuelvan a nuestra compañera y a tantas otras más que sufren lo mismo.
Hoy 17 de mayo, han pasado 27 años desde que la OMS declaró que la homosexualidad no es una enfermedad mental, y aún la multitud LGBTTTIQ sigue siendo la más bastardeada. A la hora de acceder a un trabajo, no se cumple el cupo laboral trans; a la hora de acceder a la salud pública, son maltratadas; a la hora de ingresar a la facultad, son discriminadas.
Hoy, vamos por todas. Por las presas por abortar, por las oprimidas por su condición sexual y por todas las víctimas de la violencia machista. Vamos por el empoderamiento de cada una y la visibilidad de la lucha.
Porque no haya ni una menos, porque queremos que el Estado ausente se haga responsable y porque llevamos la lucha como bandera en respuesta a la violencia vivida y sufrida, exigimos la libertad para nuestros cuerpos.
